viernes, 7 de octubre de 2011

Hípico Perú

Cuando se habla de caballos, muchos de los peruanos imagina: hipódromo, Claudio Pizarro, deporte, apuestas, vicios, angustias, gritos, alegrías y derrotas, aunque, para ver caballos, es ir al hipódromo, al centro de Lima, la plaza mayor o quizá encontrarte en algún club por Chosica, en donde puedes montar un caballo por un par de monedas que te dura cinco minutos.


Julìán Duprat - Amante de los caballos y jinete

Un amigo me contó que cuando su papá era militar, trabajaba con caballos y un día el señor subido en uno, que medía como dos metros, le pasó un accidente, el animal se paró en dos patas, el señor cayó y luego el caballo encima de él, ocasionándole tres hernias y un retiro laboral apresurado.
No quiero que se asusten de los caballos, sino que, un amigo me quiere enseñar a cabalgar y tiemblo al pensar que me pueda pasar lo mismo. Bueno, luego de esta pequeña historia,  a continuación las carreras hípicas.
Las carreras de caballos tuvieron un bajón en la edad media donde cayó un profundo olvido y luego de mucho tiempo reaparecieron en las épocas de caballerescas, donde fue una gran atracción.
Las carreras hípicas se han practicado desde toda la historia y se les llamaba “cuadrigas” en la época Romana, también está asociado al mundo de las apuestas, en los años 85 se le consideró como deporte y empieza Las carreras de caballos tuvieron un bajón en la edad media donde cayó un profundo olvido y luego de mucho tiempo reaparecieron en las épocas de caballerescas, donde fue una gran atracción.
Las carreras hípicas se han practicado desde toda la historia y se les llamaba “cuadrigas” en la época Romana, también está asociado al mundo de las apuestas, en los años 85 se le consideró como deporte y empieza participar en los juegos olímpicos.



Carolina Gomez - Jinete
 
En PerúEn el año 75, las carreras hípicas era la sensación, estuvo de moda, porque era una forma de apuesta divertida  para ganar dinero, se dice que podías encontrar una agencia de apuestas en cada urbanización, también encontrabas  una ficha con todos los nombres de jinetes y caballos que iban participar, este método te lo ofrecía los kioscos de la esquina.
Ahora, ir al hipódromo y ver caballos no es la gran atracción, la mayoría que van, es solo para apostar y hacer hora, a mi me gusta fotografiarlos y escribir sobre la carrera.
Por ultimo decirles a mis lectores que, visiten el hipódromo porque hay carreras emocionantes y caballos fabulosos, pero no sean como un amigo que tiene treinta años y aún no termina de estudiar que  dice : “ No  me gusta ir al hipódromo porque me da cólera que los caballos terminen su carrera y yo no”.

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